Es lunes. Día de entreno. Y ella no descansa. Está concentrada. Sin parar de moverse, ordena sobre el césped, charla con sus compañeras. Regresa Alexia Putellas a la UEFA Women’s Champions League ante el Benfica (hoy, a las 21.00, en DAZN) para defender el título del FC Barcelona. Ahora, con una posición nueva, en la punta de la lanza, mientras se adapta para recuperar su máximo nivel. El mismo que creyó no poder rescatar tras la lesión de ligamentos cruzados que sufrió en verano de 2022. “Ni de coña”, pensaba entonces. “Búscate a otra para ganar la Champions. Me he roto”, le escribió a su entrenador Jonatan Giráldez.
La 11 del Barça ganó su primera Champions, en 2021. Y la entonces capitana Vicky Losada hizo los honores con el trofeo. Tras perder ante el Lyon la final de 2022, el rimel manchando su rostro, Putellas jugó los minutos finales de la del curso pasado. Y salió del banquillo para apuntar hacia el cielo con la copa: era una muestra de resiliencia, una promesa, un volveré.
En aquella final de Champions hizo su reaparición tras nueve meses de lesión. Tan solo nueve minutos para todo el torneo europeo, una espinita clavada. “Alexia es Alexia. No dudaba de que volvería a un gran nivel. Conociéndola, para ella quitarse la espinita era volver a jugar y sentirse futbolista. Estas lesiones son muy complicadas, pero las compañeras estamos aquí para lo que necesite”, afirma Mapi León antes del partido contra el Benfica.
El crack de su rodilla le persiguió durante un año. La jugadora de Mollet del Vallès se rompió en un entreno con la selección. Estaba en su mejor momento y tenía miedo de no volver a ser la misma, de olvidarse del trono y la corona. De dejar aparcado el mote: La Reina. Pero los miedos de Alexia se transformaron en ambición y trabajo. Y si bien todo parecía desmoronarse con la pérdida de Putellas en el Barça, pronto Aitana Bonmatí, junto a Patri Guijarro, ocupando zonas más adelantadas, y Keira Walsh, amenizaron su ausencia en el centro del campo.
Hasta que volvió. Tras nueve meses fuera del césped. Y en verano logró ganar el Mundial junto a sus compañeras. Con el inicio de temporada del Barcelona, Giráldez tenía un problema. Dichoso problema: encajar a Alexia en el equipo. Pero en la zona media había overbooking. Con Mariona Caldentey y Claudia Pina generando, Aitana, Patri y Walsh fluyendo por el centro, el técnico tenía que buscar una nueva posición para la dos veces Balón de Oro. Le encontró un espacio a medida dadas sus nuevas necesidades y sus virtudes: jugar como falso 9 y explotar su visión goleadora: antes de romperse, en la temporada 2021-2022 era la máxima goleadora del equipo con 34 goles y 21 asistencias en 43 partidos. Y la punta era una posición en la plantilla tan solo natural para Asisat Oshoala. “Ya tenemos un nivel muy alto en el juego con Aitana, Patri o Keira, y jugadoras que nos dan profundidad. Alexia es la jugadora que más goles marcó antes de la lesión, ese olfato lo teníamos que aprovechar y tratamos de generarle un contexto en el que esté cerca del área”, explicaba Jonatan.
Aunque aún está adaptándose. “Haré todo lo posible para aportar al equipo, sea cual sea la demarcación”, explicaba Putellas en su estreno liguero. Y lo que parecía un experimento que causaba inquietud entre los culés, se ha convertido en un hábito. Combina ese falso 9 en algunos partidos con su posición natural como interior.
Para Alexia es un reto: “Estoy aprendiendo, es un cambio evidente y vengo de un año fuera por la lesión. Me toca mucho vídeo y sesión individual. Ya domino la posición de interior, por lo que aprender una nueva me hará todavía mejor”.
Tras la lesión, la jugadora del Barça intenta recuperar la explosividad perdida. Jugar arriba le ayuda a minimizar recorridos, y focalizarse en generar ocasiones. Aunque pierde más balones que las temporadas pasadas, regatea menos y parece incómoda en ocasiones, toca más pelota en el área rival. No abandona su rol como capitana: ordena el equipo y charla con Jonatan tras los partidos a pesar de golear. Poco a poco recupera su juego, y emergen sus virtudes ofensivas. Superó los 400 partidos en el inicio de la Liga F, y rompió el récord goleador del Barça: es la máxima goleadora de la historia del club con 182 tantos.
La fecha en rojo para recuperar su máximo nivel es diciembre, un año y medio después de su lesión. De momento, dentro del vestuario no falta la motivación para el partido ante el Benfica, confiesa Mapi: “El equipo tiene muchas ganas y hambre de competir. Queremos ser las mejores siempre y trabajamos para esto. Después de ganar, la ambición es mayor”. También para Alexia. Ahora está lista para luchar por su trono y su corona. Puede volver a jugar la Champions, y esa espinita desaparecerá sin dejar cicatriz. Tan solo la de su rodilla izquierda. Esta Champions es su revancha personal.
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