El insomnio devoró la noche. La angustia te ha mantenido en vela más tiempo de lo habitual. Pero como se necesita descansar, uno acaba cayendo en los brazos de Morfeo. Tras unas horas de sueño, despiertas. Abres los ojos, reconoces el lugar, oyes lo que ocurre a tu alrededor… Intenta moverte, pero no puedes. No respondes. La angustia se apodera de ti hasta el punto que respirarte. Tratas de reaccionar, de pedir ayuda, de conseguir un mínimo gesto que rompa la rigidez que te tiene paralizado. Hasta que, de pronto, tu cuerpo vuelve a obedecer a tu voluntad. Recover la movilidad, puedes volver a respirar con tranquilidad. La pesadilla ha acabado.
¿Te resulta familiar? Tratar con a parálisis del sueño, un trastorno del sueño que ocurre durante el período de transición entre el sueño y la vigilia. Es decir, en un momento que la mente “está despierta” pero el cuerpo no. Este estado puede durar desde un puñado de segundos A unos minutos. Pero quienes lo han padecido aseguran que se trata de momentos muy angustiosos. Aún así no hay razón para alarmarse: tan solo es nuestra mente que nos está jugando una mala pasada.
En muchos casos, para aquellos que experimentan de forma regular esta parálisis, la angustia de no poder moverse viene acompañamiento de alucinaciones. Desde la sensación de que hay alguna presencia en la casa, pasando por múltiples alucinaciones visuales, auditivas y táctiles: la parálisis del sueño puede convertirse en una verdadera pesadilla con los ojos abiertos.
Por más rocambolesco que parezca, este fenómeno es muy común. Se calcula que este trastorno puede afectar recurrentemente entre el 5% y el 8% de la población. En su variante esporádica, podría manifestarse en un porcentaje superior al 50%. Es decir, según apuntan las estadísticas todos podriamos padecerlo en un momento u otro de nuestra vida. Un fenómeno que, según apuntan estudios recientes, afectaría con mayor intensidad para los estudiantes.
Causas: cuándo y por qué ocurre
Este fenómeno ha sido estudiado desde varias disciplinas y enfoques metodológicos. Aún así, hoy en día no hay existencia un claro consenso científico sobrio el porqué de este trastorno. La hipótesis más aceptada tiene que ver con un transición de fase REM eso produciría una superposición del sueño profundo y la vigilia. Desde esta perspectiva, la parálisis del sueño ocurriría cuando los patrones del sueño se interrumpan y dan lugar a una parálisis. Otros estudios también han apuntado a factores como el desequilibrio de las funciones neuronales o incluido con regulación de la melatonina para explicar este fenómeno.
Si bien es cierto no sabemos con exactitud el por qué ocurre este trastorno, diferentes estudios apuntan a la posibilidad de explicar ha llegado. En este sentido, son muchas las investigaciones en las que se apunta a los posibles desencadenantes. Situaciones de ansiedad, presión o estres emocional podría ser el punto de inflexión que acabe dando lugar a este angustioso fenómeno. También se ha observado una cierta correlación entre la parálisis del sueño y otros trastornos como la ansiedad o la depresión.
Por otro lado, estudios recientes también se han centrado en investigar este trastorno del sueño en relación con la salud mental relación con la salud mental de quienes la padecen. En esta línea, uno de los resultados más llamativos es la mayor incidencia de este fenómeno en jóvenes estudiantes que, además, practicante remoto. En este caso, la parálisis del sueño también se asocia a síntomas de depresión.
Fantásticas representaciones
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Históricamente este trastorno del sueño ha sido relacionado con fenómenos paranormales como las posesiones demoníacas, los viajes astrales o incluso raptos extraterrestres. Es por ello que, en la cultura popular, podemos encontrar innumerables descripciones de este trastorno del sueño asociados con el mundo de lo desconocido. Relatos fantásticos para la investigación de un misterio que, finalmente, tiene un lado resuelto por la ciencia.
Estas mismas narraciones, trasladadas al contexto actual, han dado pie a una gran cantidad de películas y documentales en los que se describen episodios de parálisis del sueño. Ejemplo de ello, La pesadilla: él documental de netflix en lo que describirse a uno mismo es una experiencia.