Aunque con menos vigor de lo que se esperaba hace unos meses, las regiones del norte de España tirarán este año del crecimiento del PIB. “La producción de bienes continuará siendo el motor principal de la economía: el Cantábrico liderará el avance de la economía en 2024″, estima el último Observatorio Regional de BBVA Research. País Vasco, Aragón, Galicia, Castilla y León, Cantabria y Navarra crecerán por encima del 2% y de la media nacional —de un 1,5%, tres décimas menos de lo estimado en otoño—, aunque el frenazo en las exportaciones, los costes energéticos todavía elevados y la subida de tipos —entre otros factores— han ocasionado un recorte generalizado en las previsiones de crecimiento autonómicas.
El próximo año la economía ganará brío, con un avance de medio del 2,5% gracias a la contribución de la demanda interna y europea y el impulso del turismo, aunque se mantienen riesgos a la baja y grandes desafíos de fondo que tendrán un impacto heterogéneo en el territorio, como la sequía, el ajuste implícito en la vuelta de las reglas fiscales y el anquilosamiento de la inversión.
El organismo ha reducido sus previsiones de crecimiento para casi todas las comunidades ante la desaceleración de la eurozona y riesgos presentes y futuros que no se despejan. La pérdida de fuelle de las exportaciones, cuya recuperación no se prevé antes de la segunda mitad del año, la menor inversión y las limitaciones en la oferta han causado las mayores revisiones a la baja de cara a este año: Navarra ha sufrido un ajuste de siete décimas y Castilla y León y Cantabria, de cinco cada una.
Para Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha, el recorte en los pronósticos es de cuatro décimas, pues se resentirán más del impacto del ajuste fiscal y de la ralentización en la llegada de los fondos de recuperación. Los únicos dos territorios para los cuales BBVA Research mejora sus cálculos son los archipiélagos —dos décimas en el caso de Canarias y tres para Baleares—, a la luz de la mejora del turismo.
El hecho de que los costes energéticos se mantengan elevados afectará sobre todo a la producción industrial de los sectores intensivos en energía, representativos del tejido empresarial de La Rioja y Cantabria; Navarra, País Vasco y Aragón se verán perjudicados en menor medida. El think tank también señala como riesgos a la baja la falta de mano de obra en algunos sectores —industria, algunos servicios y construcción— y la lenta ejecución de los fondos de recuperación.
El turismo, en cambio, se presenta como una oportunidad de crecimiento. El empleo en el sector marcha bien y las crecientes turbulencias en Oriente Próximo pueden modificar los flujos de viajeros. “La posición del sector turístico mejorará durante los próximos meses, entre otras cosas, gracias a la progresiva aceleración de la actividad en los países de origen, y al aumento de la capacidad de crecimiento por la inversión y la inmigración”, señala el informe, que presenta una retrospectiva sobre los motores del crecimiento del PIB autonómico el pasado ejercicio y las previsiones para el próximo bienio. También la moderación de la inflación, en tasas que rondan el 3%, supone un balón de oxígeno puede acelerar el crecimiento, al igual que el crecimiento de la población activa que ha registrado la casi totalidad de las comunidades en los últimos tres años.
En 2025, la economía mejorará su ritmo de crecimiento hasta el 2,5% gracias al mejor comportamiento del consumo interno y la demanda europea. En este caso, despuntarán las regiones turísticas —Cataluña y Comunidad Valenciana— y las industriales —Navarra y País Vasco—. El resto de la zona norte también seguirá avanzando a ritmos sostenidos, y la moderación de la sequía dará un empujón a las autonomías del sur y a las más dependientes de la agricultura, con crecimientos destacables en Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Murcia.
Estas mismas comunidades y las del Levante podrían, sin embargo, verse afectadas con más fuerza por el futuro ajuste fiscal a causa, en el primer caso, del mayor peso que ahí tiene el sector público, y en el segundo, por la elevada carga de deuda. Castilla-La Mancha, Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía pueden ser las más afectadas, frente a Madrid y Navarra que se situarían en el otro extremo.
En el frente industrial, la entidad ve necesario un impulso a la inversión; el otro gran reto, que en este caso se concentra en el Valle del Ebro y el Mediterráneo, es la sequía. “Puede condicionar en 2024 y 2025 la actividad de las regiones mediterráneas, eventualmente con impactos permanentes”.
La reducción de la jornada laboral restará más de medio punto de PIB en dos años
El Gobierno prevé empezar esta semana a negociar con sindicatos y patronal el recorte de la semana laboral, con el objetivo de rebajarla a 38,5 horas este año y a 37,5 el próximo. Es un compromiso recogido en el acuerdo de coalición entre el PSOE y Sumar que, según BBVA Research, restará unas seis décimas al crecimiento medio de la economía en los dos próximos años, siempre y cuando no se adopten medidas compensatorias que mitiguen el aumento de los costes laborales —estimado en un 1,5% del PIB—. También haría un impacto directo, y negativo, sobre el empleo, con una merma de ocho décimas de aquí a 2025.
El think tank ya había hecho pública su previsión el pasado otoño, que mantiene ahora en su último Observatorio Regional. El documento se ha publicado este lunes, el mismo día en que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido a capa y espada el recorte del tiempo de trabajo, asegurando que se llevará a cabo aunque los empresarios lo rechacen.
La reducción de la jornada laboral afectaría a unos ocho millones de asalariados —el 53,6 % del total—, estima BBVA Research que son aquellos que declaran trabajar más de 37,5 horas tanto porque lo tienen pactado con la empresa como porque efectivamente su tiempo de trabajo es superior. La mayoría de ellos dicen dedicar a la actividad laboral entre 38 y 40 horas semanales, por lo que el grueso del recorte y de sus consecuencias se vería este año.
Las ramas de actividad a las que los trabajadores suelen dedicar más horas son la industria, la construcción especializada y las que tienen problemas de oferta de trabajo, pero son los territorios especializados en servicios aquellos que pueden verse más tocados por la reducción de jornada. De hecho, las comunidades con mayor proporción de empleados que declaran trabajar más de 37,5 horas a la semana son Baleares, Canarias, Cataluña y Madrid, que tienen un peso elevado del sector servicios: en todos estos territorios el porcentaje de asalariados que dedica al empleo más de 37,5 horas roza o se sitúa cerca del 60% del total.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
La agenda de Cinco Días
Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO