Una lenta comitiva colapsa las carreteras de Zamora. Los faros de decenas y decenas de tractores rompen las densas nieblas de la provincia en sus marchas para reivindicar las penurias del campo. Los agricultores zamoranos, imitados en Salamanca y León, han replicado las convocatorias con miles de asistentes organizadas por sus colegas franceses para reclamar mejores condiciones para los labriegos. Los galos se quejan de las restricciones sobre los cultivos y acusan al campo español de trabajar con mejores condiciones y ofrecer una competencia inasumible para ellos. Sus homólogos nacionales insisten en el mal estado general del sector y claman por la movilización para evidenciar la importancia del primer sector en la alimentación global. Miguel Villar, uno de los tractoristas movilizados, insiste en la desesperación del gremio y la dificultad de resistir al encarecimiento de costes mientras los precios a los que venden el cereal no suben. Justo hoy, los agricultores de Huelva también protestan en Sevilla para exigir medidas para paliar los efectos de la sequía.
La procesión se ha desplegado por varios puntos clave del tráfico rodado zamorano. Las convocatorias se han efectuado en los alrededores de Zamora capital, en la carretera de Benavente, en la nacional n-122 dirección Portugal y por el sur de la provincia, cerca de Ávila y Salamanca. Los agricultores han sacado sus máquinas desde el principio de esta semana y a cada día transcurrido han logrado la incorporación de más compañeros. Las densas nieblas de estas jornadas y las largas comitivas de vehículos han provocado que la Guardia Civil llegara a embolsarlos en gasolineras o áreas de servicio para no complicar aún más la circulación. Los llamamientos se ejecutaron por sorpresa, a través de grupos de WhatsApp, acarreando así el resultado de más dificultades en las carreteras. La movilización ha llegado también a Portugal, pues unos 400 tractores lusos han cortado desde primera hora de este jueves algunas autovías cercanas a la frontera española, con el cruce entre Vilar Formoso y Fuentes de Oñoro (Salamanca) como uno de los puntos más afectados, con 12 kilómetros de autovía colapsados en ambos sentidos.
Los asistentes han elaborado un manifiesto común, al margen de unos sindicatos, a quienes acusan de no representar sus intereses. El documento se llama Manifiesto Agrupación Nacional de Agricultores y Ganaderos del Sector Primario 602/2024 y sus consignas se han repetido por las concentraciones bajo unas claves: denunciar las nuevas medidas de la Política Agraria Común (PAC) y las normativas vinculadas a la Agenda 2030, considerándolas “asfixiantes” y añadidas a una burocracia que ralentiza su trabajo. Los tractoristas censuran la “pasividad de los sindicatos agrarios”, de quienes se han desmarcado, y reclaman reducir las demandas de la PAC, eliminar la Agenda 2030 o eliminar las normas de bienestar animal y ambiental por considerarlas negativas para la ganadería y la agricultura. Otras consignas pasan por los precios de sus producciones, insuficientes para ellos por “vender a pérdidas” o exigir más aranceles y controles fitosanitarios para las exportaciones. Los agricultores cargan también contra la denominada “geoingenería climática” por entenderla como perjudicial para el sector y acusando a este conjunto de legislaciones de propiciar la despoblación del campo o el medio rural.
Uno de los presentes en estas marchas a apenas 40 kilómetros por hora, Miguel Villar, de 58 años, se queja del inmovilismo de los precios como principal acicate para justificar la indignación del colectivo: “No podemos aguantar tanta burocracia y ser moneda de cambio para nuestros políticos y los europeos, tengo 58 años y estoy cobrando la tonelada de cereal igual que cuando 14 años, a 214 euros”. Todo, añade, mientras el combustible, los abonos o la electricidad han aumentado notablemente su valor en los últimos meses, incremento no percibido cuando ellos sacan sus cereales al mercado.
El hombre procede de Villavendimio (Zamora) y acude a las convocatorias de Toro rumbo a la capital zamorana. “Se nos están cayendo los precios una barbaridad, Castilla es el granero de España”, lamenta Villar, satisfecho con la capacidad del grupo para atraer a más compañeros sin fecha prevista para dejar de hacerlo. Los franceses están tratando de bloquear París para colapsar el suministro de alimentos a la capital gala y reivindicarse como imprescindibles. A su vez, varios camiones hortofrutícolas españoles han sido atacados y su mercancía desperdiciada porque los agricultores de Francia insisten en que ellos sufren condiciones más exigentes en su producción. “En Francia nos están culpando, tenemos las mismas restricciones que tienen ellos con los herbicidas, nos están demonizando, el ministro francés dice que metemos más productos y es mentira”, insiste el labrador zamorano, quien ejemplifica el sufrimiento de él y sus colegas de oficio para mejorar sus condiciones: “Cuando esto pasa, pasa por algo. A nadie le gusta estar varios días con el tractor pasando frío”.
Villar y los demás manifestantes han acudido estos días a las subdelegaciones del Gobierno de las provincias donde se han concentrado y a las sedes provinciales de la Junta de Castilla y León. “No nos ha dicho nadie nada, nuestros sindicatos no se han movido y nosotros tratamos que se nos escuche, tenemos una defender lo nuestro y son concentraciones cívicas”. Aún no hay fecha para dejar de taponar las carreteras con sus tractores, reiteran los asistentes, y seguir así expresando su malestar con el espejo de las movilizaciones masivas de Francia.
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